La Cámara de Diputados privilegió ayer el goce vacacional del “puente” de Día de Muertos, y decretó un nuevo receso, ahora hasta el próximo jueves 3 de noviembre, cuando reanudará el debate de la reforma política en lo particular.
La Cámara baja impone así un nuevo récord al prolongar por tercer día consecutivo la negociación de esa reforma sin alcanzar un acuerdo definitivo, pese a que en lo general, las modificaciones correspondientes fueron avaladas el martes pasado con 418 votos a favor.
En el mejor de los casos, de aprobarse en lo particular el próximo jueves 3, la reforma política habrá tardado 9 días en recibir el aval correspondiente, aunque ni siquiera esto último constituya una garantía, según el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputado, Armando Ríos Piter.
Decretado el receso por el presidente de la Cámara, Emilio Chuayffet, el perredista dijo que el pleno trabajará jueves, viernes y en caso de ser necesario hasta el sábado 5 de noviembre para sacar adelante dicha reforma.
Sin embargo, Ríos Piter aseguró que la medida no tiene que ver con “el puente” de Día de Muertos en beneficio de los diputados, sino que se debe, explicó, a que los trabajadores administrativos y el personal de la Cámara en general, tenía ya otorgados esos días como parte de sus descansos.
Ayer jueves, pese a que la sesión arrancó a las 11:00 horas en punto, apenas se pudo avanzar en menos de la mitad de las 45 reservas anunciadas al dictamen, debido a las interminables participaciones de decenas de diputados en cada una de las propuestas presentadas y las discusiones que éstas generaban.
Este jueves, el pleno desechó por mayoría las reservas que buscaban incluir en el dictamen el veto del Ejecutivo federal al Presupuesto de Egresos y a la reconducción presupuestal.
En cambio, avaló que el Congreso disponga de 60 días para designar al presidente de la República sustituto, en caso de la ausencia definitiva del titular en ese encargo.
El pleno de la Cámara aprobó también una modificación al artículo 83 de la Constitución, en el que se establece que ningún presidente interino o provisional podrá volver a desempeñarse en ese puesto; es decir no podrá contender en una elección presidencial.
Fuente: La Crónica