Consumir aguacates, ciertos productos lácteos y alimentos procesados que dependen de la harina será más costoso para los estadounidenses en caso de que se termine el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Sin TLCAN los compradores estadounidenses de comestibles así como los productores de alimentos como General Mills, pagarían aranceles que hace décadas se eliminaron.
También se afectarían las importaciones de diversos productos. Podrían enfrentar precios más altos y las cadenas de oferta agrícola se verían interrumpidas, señaló el Servicio de Investigación para el Congreso (parte de la rama legislativa de Estados Unidos) en un informe del 13 de noviembre.
El retiro de Estados Unidos del TLCAN le quitaría sus beneficios de cero aranceles en virtud del pacto de 23 años, y probablemente obligue a los importadores de alimentos a pagar los llamados aranceles de nación más favorecida impuestos por la Organización Mundial del Comercio.