Conocer que la muerte de un paciente es inminente puede tener importantes implicaciones de cara a la práctica clínica y de apoyo a de las familias, para tomar decisiones más acertadas y consecuentes.
Investigadores observaron a 357 pacientes con cáncer; el 57% murió, y se identificaron 8 síntomas concretos en todos los que murieron en un plazo de tres días:
Pupilas no reactivas; disminución de la respuesta a los estímulos verbales; disminución de la respuesta a los estímulos visuales; incapacidad para cerrar los párpados; caída del pliegue nasolabial; hiperextensión del cuello; “gruñidos” de las cuerdas vocales y hemorragia digestiva alta.
Fuente: Muy Interesante