Una investigación concluye que los teléfonos inteligentes tienen un impacto negativo en la capacidad de los adolescentes para recordar.
La radiación de los ‘smartphones’ puede generar pérdidas de la memoria a corto plazo en los jóvenes, y se estima que al término de un año, esto podría afectar la parte del cerebro que interpreta las imágenes y las formas.
Un grupo de científicos del Instituto Suizo de Salud Tropical y Pública –Swiss TPH, por sus siglas en inglés–, consideró los hábitos de 700 jóvenes en Suiza, en edades comprendidas entre 12 y 17 años, y determinó que hay un impacto en el rendimiento de la memoria después de la exposición a la radiación de campos electromagnéticos de radiofrecuencia (RF-EMF).
Una manera de minimizar los riesgos para el cerebro es no mantener el teléfono pegado a la cabeza, especialmente “cuando la calidad de la red es baja y el móvil funciona a máxima potencia”, explicó el jefe de exposición ambiental y salud en el TPH, Martin Röösli.
La medida de prevención más adecuada es hacer las llamadas con el auxilio de audífonos o con el altavoz, para así evitar llevarse el celular a la cabeza.