Snowden pide asilo en Brasil

El exanalista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) Edward Snowden, que informó al mundo de los programas de espionaje electrónico global de EE UU, ha escrito una carta abierta al “pueblo brasileño” en la que sugiere que Brasil le conceda asilo. A cambio, ofrece colaborar con las investigaciones que el país inició tras publicarse que el Gobierno de Barack Obama controló las comunicaciones de la presidenta Dilma Rousseff y de la petrolera estatal Petrobras.

El Gobierno brasileño, sin embargo, no tiene interés en la oferta y no piensa acceder a la petición de Snowden, según el diario Folha de S.Paulo, que cita fuentes del Ministerio de Exteriores.

En la misiva publicada por Folha, Snowden -que vive en Moscú temporalmente a la espera de que algún país le conceda el asilo permanente- asegura que la reacción de naciones como Brasil a las revelaciones de espionaje masivo estadounidense ha sido muy inspiradora para él. Rousseff llegó a cancelar su viaje oficial a EU ante la falta de explicaciones sobre lo que consideró un caso de espionaje económico.

Snowden mantiene que muchos senadores brasileños le han pedido ayuda para investigar los posibles delitos cometidos contra los ciudadanos, pero afirma en la carta que hasta que un país no le conceda el asilo político permanente, el Gobierno de los EU continuará interfiriendo en su capacidad de hablar.

“Expresé mi disposición a ayudar, cuando sea apropiado y legal, pero desgraciadamente el Gobierno de EU trabaja arduamente para limitar mi capacidad de hacerlo, ¡llegando al punto de obligar a aterrizar al avión presidencial de Evo Morales para impedirme viajar a América Latina!”. Brasil, recuerda Snowden en la carta, fue coautor junto con Alemania de la resolución aprobada en una Comisión General de la ONU en la que se asociaba el impacto del espionaje a las violaciones de derechos humanos.

El Gobierno de Dilma Rousseff, junto con otra larga lista de países, ya había recibido una solicitud de asilo de Snowden desde Rusia, a la que no respondió.

 

Fuente: El País