Las cenizas de la cantante Chavela Vargas se encuentran en disputa tras la aparición de una sobrina de nombre Gisela Ávila Vargas quien exige se le entreguen para cumplir la última voluntad de su tía.
Sin embargo la amiga y biógrafa de la intérprete de origen costarricense, María Cortina; estuvo hasta el último momento de la muerte de Vargas y señala que su amiga le pidió que sus cenizas fueran esparcidas en el cerro Chalchi, poblado mexicano de Tepoztlán, y en la comunidad de los indígenas huicholes, aunque aseguró que la fecha para ello todavía no está definida.
Por su parte Ávila Vargas acudió al segundo homenaje de su pariente acompañada por un abogado y leyó un comunicado a la prensa para exigir que se le entreguen los restos y esparcirlos en el mar.
“A lo que viene la familia es a asegurar la última voluntad de Isabel Vargas Lizama, a quien conocen como Chavela, a despedir sus restos como el más básico derecho humano y que nadie discute, más que la señora Cortina que se ha cerrado a ello.
“Ella pidió que sus cenizas fueran lanzadas al mar, mitad en Veracruz, Atlántico y mitad Guanacaste, Pacífico. Quiso igual que sus cenizas fueran despedidas en Veracruz y Madrid, para finalmente descansar en paz en ambos océanos”, explicó Gisela, hija de una hermana de Chavela.
Al parecer la sobrina no era muy apegada a Chavela pero de comprobarlo, Cortina dijo que no peleará por los restos y aseguró que la intérprete no dejó bienes ni ingresos por sus canciones, ya que “ella no recibía regalías por sus discos”.
