Millones de productos producen ruidos al moverse o al manipularse. Cientos de estos sonidos han sido diseñados por ingenieros para que sean agradables al oído y, en consecuencia, nos veamos persuadidos a comprarlos.
El sonido de obturador en cámaras digitales o el sonido de motor de combustión en autos eléctricos, son ejemplos de sonidos diseñados para satisfacer al oído del cliente. Trevor Cox, profesor de ingeniería acústica en la Universidad de Salford, explica que esta práctica comenzó hace aproximadamente una década en la industria automotriz, quienes buscaron que el sonido de la puerta de los automóviles diera la impresión de “lujo” eliminando el ruido de “lata” e integrando un click de tono y volumen específicos; de esta manera, los compradores potenciales obtenían una poderosa primera impresión al abrir el auto.
“Lo que está claro es que asociamos ciertos sonidos con la calidad de un producto” dice el especialista en tecnología de la BBC, Clark Boyd.
Incluso, Harley Davidson ha intentado patentar el potente sonido de sus motores, pues algunos fabricantes de motos japonesas han intentado imitar su sonido para aumentar las ventas. Esto también es una cuestión de seguridad, pues las motocicletas ENV, que son impulsadas por hidrógeno, serían totalmente silenciosas si no se les agregara el sonido de motor artificialmente, y esto podría resultar peligroso para los peatones distraídos.
Fuente: BBC Mundo
Foto: Tu Experto
