Una broma realizada por un grupo de jóvenes irrumpió una transmisión en vivo de la periodista Emma Vardy quien realizaba un enlace para la BBC.
Visiblemente molesta, la corresponsal mantuvo el temple para continuar con la información pese a la desconcertante situación. Aunque la transmisión fue bien ejecutada, el enojo de la mujer al salir del aire era evidente, lo que divirtió a los jóvenes a carcajadas.