¡Sonríele a los extraños!

La reflexión de investigadores apunta a que el sentimiento de no-pertenencia y de soledad no sólo es psicológico; estudios muestran una correlación entre la soledad y un sistema inmunológico débil.

Teorizan que el cuerpo manifiesta esta vejación como respuesta evolutiva que motiva a buscar la compañía de los demás –herencia de que durante buena parte de nuestra historia, para sobrevivir, era necesario pertenecer a un grupo.

Con tan sólo una sonrisa puedes mejorar el sistema inmunológico de una persona, además de propiciar un círculo virtuoso de situaciones: la coincidencia de tu sonrisa podría detonar un estado emocional positivo que se traduzca, a su vez, en un acto sustancial o transformador.

Un ejemplo general, una persona que recibió dicha sonrisa, que es finalmente una señal de aprobación, tiene una mayor probabilidad de, al encontrarse con otra persona, estar en un estado de empatía y confianza el cual le permitiría elevar el estado de ánimo de otra persona, tal vez alguien enfermo. O quizás la confianza le permita acerarse a otra persona e inicar una relación energéticamente fluida y sanadora.