El Cristo Redentor, o Cristo de Corcovado, es una estatua de 38 metros de altura representando a Jesús de Nazaret. La efigie, la escultura art decó más grande del mundo, es considerada como una de las Nuevas siete maravillas del mundo moderno, junto con Machu Picchu, la Gran muralla China, el Coliseo romano, el Taj Mahal, Chichen Itzá y Petra.
Ubicado en Brasil, el Cristo Redentor invita a con sus brazos abiertos de par en par a conocer la ciudad de Río de Janeiro. Con 83 años de edad, el Corcovado es una de las imágenes más emblemáticas de este país tropical. A través de películas, series televisivas, pinturas, fotografías, esta efigie sale a resplandecer por encima de las montañas brasileñas.
Y en esta ocasión no es la excepción. Lee Thompson, fotógrafo profesional, decidió escalar durante 20 minutos al Cristo Redentor, alcanzar su corona y capturar increíbles imágenes de Brasil. Y en esa intensidad de sensaciones, Thompson no perdió la oportunidad de tomarse una selfie mientras estaba encima de la corona de la estatua:
Después de sentir la eternidad de un calor incesante y de una oscuridad, finalmente alcancé un pequeño compartimento en el hombro de Cristo. Tomé la cuerda y me empujé a lo largo de la esteatita para alcanzar la cabeza de la estatua, donde abrí cuidadosamente la ventanilla. Mi corazón estaba golpeando con excitación, no podía esperar otro segundo. En cuanto saqué mi cabeza del hoyo de la corona de Jesús, estaba atemorizado en cuanto mis ojos se encontraron con un panorama vasto, que literalmente me quitó el aliento. […] Para algunos tomarse fotografías a sí mismo es considerado vano, pero en esta oportunidad, única en la vida, me enseñó que el selfie es un medio poderoso a través del cual podemos compartir nuestras perspectivas, inspiraciones e historias personales con el mundo. No es acerca de tomas chistosas con fondos horribles. Es una manera de marcar el momento y decir “Yo estuve ahí.”
Fuente: The Wow
