Soy morena… tenme miedo

Durante muchas generaciones para que una mujer pasara como inteligente tenía que ser fea sin misericordia. Si alguna guapa llegaba a ocupar un cargo importante era porque a) era la amante del jefe; b) era una trepadora; c) era una bruja; d) todas las anteriores.

Afortunadamente las guapas-inteligentes de clóset salimos a demostrar que se puede tener todo y avanzar en la vida profesional usando vestidos, maquillándonos y siendo femeninas. Por supuesto, todavía hay mentes conservadoras que siguen creyendo que el traje sastre de manga larga y falda debajo de la rodilla debería ser el uniforme nacional de las mujeres que trabajamos (como mi tía Gertrudis) pero afortunadamente cada vez son las menos.

Sin embargo, todavía hay muchos mitos sobre la belleza femenina que son fomentados por los medios, las telenovelas y la cultura machista que tenemos en el país (ajá, digan lo que digan sigue existiendo). Déjenme poner algunos ejemplos:

1. Que las mujeres más bellas tienen las medidas perfectas: 0 -de cerebro- 90-60-90. ¿Cuál es el referente más cercano de este mito? Los concursos de belleza, porque mucha gente piensa que las concursantes son incapaces de articular alguna frase más allá de desear la paz mundial. Primero que nada, si alguna mujer tiene esas medidas francamente no debería preocuparse por parecer inteligente y, sí encima no tiene celulitis, debería “dar gracias al Señor que la ama tanto, pues no todo ser cantar podría dicha tan grande ni placer tan santo”; y segundo, es un concurso de belleza no de conocimientos, van a sacar el título de Miss algo no el premio Nobel.

Antes, cuando me topaba con una mujer guapa a la que la vida le negó el talento intelectual le sacaba la vuelta, pero ahora disfruto su compañía; ver la simpleza de como ven todo, me da una perspectiva distintas de las cosas.

Además siempre hay un roto para un descocido ¿Qué harían los mirreyes de este país si no existieran mujeres con las medidas perfectas? Ya lo había comentado en alguna otra colaboración, muchas actrices se quejan de que “las vean o conozcan sólo por su belleza”, a mí eso no me preocuparía, porque la inteligencia ya la tengo y no necesito ningún proceso de certificación, en cambio la belleza sí es algo subjetivo.

2. Que las morenas son más desgraciadas que las rubias. ¿Recuerdas en la caricatura de los Pitufos a la Pitufina? Esa muñeca azul fue creación de Gargamel para sorprender a los pitufos. Cuando la creó tenía el cabello negro y era mala y perversa pero cuando papá Pitufo la convirtió en buena y amorosa se le cambio mágicamente el cabello a rubio. Mmmm… estoy pensando que tal vez esta situación no sea un mito, yo tengo el cabello castaño obscuro y ¿sabes qué? Tenme medio.

Volviendo a nuestro tema, hay muchas personas que creen que el color y el largo del cabello influyen en la forma de ser de las mujeres: cabello largo, ideas cortas; las rubias se divierten más o son medio atarantadas. Háganme el favor. A mí las únicas que me preocupan son las castañas naturales que sienten obsesión por ser rubias platinadas, esas sí que deben ser peligrosas.