Al respecto, Saúl Ramos, investigador del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que existen las dimensiones espaciales conocidas: altura, anchura y profundidad, y otra más -planteada por Albert Einstein- que es el tiempo.
Además, podría existir otro tipo de dimensiones que habitualmente son llamadas dimensiones alternativas o universos paralelos.
Sin embargo, agregó, estas últimas no han podido ser comprobadas experimentalmente, aunque son estudiadas teóricamente desde las ramas de la cosmología, la mecánica cuántica y hasta la teoría de cuerdas.
Así, en esta serie fantasean con la idea de conectar una dimensión con otra: “Creo que podría ser desde el punto de vista de la cosmología y los agujeros de gusano planteados por Albert Einstein y Nathan Rosen”, afirmó.
Y desde el punto de vista de la cosmología, según el modelo de la gran explosión, hace 13 mil 800 millones de años el universo observable se formó a partir de un pequeño punto y creció hasta adoptar el tamaño que vemos.
En algún momento, destacó el físico de la UNAM, hubo un período llamado inflación, donde distintas zonas del universo pudieron expandirse a diferentes velocidades y crecimiento.
En este lapso, dijo, pudieron surgir varias “esferitas” o regiones del universo que crecieron independientemente y quedaron desconectadas.
“Nosotros podríamos haber quedado atrapados en una que pudo crecer de forma distinta a otras”. Cada una de esas “esferitas” sería hoy un universo o dimensión paralela. Algunas de ellas podrían tener las mismas reglas físicas que en donde vivimos, aseveró.
En teoría, si quisiéramos viajar de una “esferita” a otra, agregó Ramos, podríamos lograrlo mediante la creación de un agujero de gusano, cuya existencia no ha sido comprobada por los astrofísicos.
“Quizá esa es la idea de la serie, pero para lograr crear esos agujeros sería necesario utilizar más energía de la concentrada en toda nuestra galaxia y sería probablemente mortal atravesarlo debido a las enormes fuerzas gravitacionales que reinarían en su centro”, explicó.
En conclusión, aunque la idea de la serie está fundada en principios físicos, comunicarnos de esta manera a dimensiones paralelas es prácticamente imposible; “si pudiéramos generar agujeros de gusano, necesitaríamos más energía que la concentrada en nuestra galaxia y muy probablemente moriríamos en el intento de atravesar”.