Este hecho, aunque pareciera broma del día de los inocentes, ocurrió en Perú, donde un hombre llamó al 911 luego de que su novia, le rompiera el corazón.
La llamada alertó a los servicio de emergencia de aquél país, aunque en realidad, no había delito que perseguir, simplemente un corazón dolido quería ser escuchado, y así, Edgardo R. dijo: “Ella entró en mi corazón y ahora se va como si nada, me robó mis sueños, mis ganas de vivir, la idea de un futuro feliz a su lado”.
Aunque los agentes intentaron ayudarlo, determinaron que lo que realmente necesitaba era ayuda psicológica.