El número de muertos tras los ataques ocurridos el sábado 2 de julio, ha subido a 250 según informó el gobierno de Irak.
Este atentado, atribuido al Estado Islámico, se ha convertido en el más sangriento de su tipo desde la invasión de Irak dirigida por Estados Unidos en 2003.
Antes de que el Ministerio de Sanidad iraquí actualizara las cifras, se estimaba que 165 personas habían fallecido y más de 200 había resultado heridas.
Las dos explosiones ocurrieron en el mercado Sha’ab y el centro comercial de Karrada, mientras numerosas familias realizaban compras por la culminación del Ramadán, mes sagrado de ayuno, compasión y paciencia, que celebran los musulmanes.
Desde entonces, Irak se encuentra en luto oficial y en los alrededores de la destruida área se mantienen vigilias con velas para recordar a las víctimas y orar por la paz.
Con información de BBC