Suzuka enmudeció de nuevo durante la cronometrada de este sábado. Solo unos segundos, pero horribles. El tiempo que tardaron los ingenieros del muro de Red Bull en ponerse en contacto con Daniil Kvyat, que acababa de estrellarse contra el muro a más de 180 kilómetros por hora.
Fue en una curva rápida, a la derecha, que el piloto ruso midió mal y pisó la hierba artificial de los márgenes de la pista, provocando que el coche culeara hasta volverse incontrolable, lanzándole contra las barreras de protección. Fue en el mismo punto (curva 10) en el que Casey Stoner se rompió la tibia izquierda y el omoplato derecho, este pasado mes de julio, al quedársele bloqueado el acelerador de su Honda durante las Ocho Horas de resistencia de motociclismo.
“Estoy bien. He pisado la hierba”, contestó Kvyat, por la radio, justo antes de salir del prototipo por su propio pie. En el momento del accidente quedaban 40 segundos para que la tercera criba (Q3) terminara, y la bandera roja dio por terminada la sesión y le aseguró la pole a Nico Rosberg, la segunda de la temporada para el corredor de Wiesbaden. Lewis Hamilton compartirá con él la primera fila de la parrilla, mientras Valtteri Bottas abrirá la segunda línea. Carlos Sainz no pudo clasificarse para la eliminatoria definitiva y este domingo saldrá el undécimo, mientras que Fernando Alonso lo hará el 13º.
El ruso pisó la hierba artificial, provocando que el coche se volviera incontrolable y le lanzara contra las protecciones.
“Ha sido un error de principiante. Lo siento por los chicos [mecánicos]. En aquella zona no hay escapatoria, así que es lógico que la cosa terminara de esa manera”, resumió Kvyat. Teóricamente debería comenzar el décimo, pero existen enormes posibilidades de que su equipo deba sustituir el chasis de su RB11, y en ese caso deberá hacerlo desde los garajes.
Fuente: El País
