Por fin, después de dos años de remodelaciones, el histórico Palacio de Bellas Artes abre sus puertas justo a tiempo para conmemorar el Centenario de la Revolución Mexicana. Hay que recordar que se inició el proyecto después de que expertos de la UNAM determinaron que las instalaciones ya eran peligrosas y obsoletas.
Entre los cambios que se hicieron, está la limpieza profunda al icónico vitral “Apolo y las Musas” y la cortina de Tiffany’s.
Se mejoró la acústica, se cambió el material de los asientos, se amplió el foso de músicos y, ya entrados en cambios, limpiaron el mármol y reemplazaron la duela, aunque estos dos últimos no estaban contemplados originalmente.
El costo total de la remodelación no lo sabremos hasta el 31 de diciembre, cuando “se le acabe de pagar a los proveedores”.
Ya que tenemos, otra vez, Palacio de Bellas Artes, surge una pregunta importantísima: ¿Quién debería dar concierto en el recinto? Opino que los Tigres del Norte serían una excelente opción para cerrar el año.