Este martes las redes sociales se revolucionaron con las imágenes de la actriz estadounidense Renée Zellweger luce muy diferente, hasta irreconocible, hoy la actriz respondió a la revista People:
“Tanto aspaviento es absurdo, mi apariencia es porque estoy viviendo una vida diferente, feliz y más plena. (…) Me encanta que tal vez se note”, dijo.
Las imágenes de Zellweger han desatado un debate sobre el uso que algunas actrices hacen de los retoques estéticos.
Según destacan medios locales, los cambios en el rostro de Zellweger se deberían a las operaciones de cirugía estética a las que se ha sometido la actriz de 45 años.
Nacida el 25 de abril de 1969 en Texas, de un padre de origen suizo y una madre con ascendencia nórdica, Zellweger empezó a actuar en la secundaria.
En un artículo publicado en el diario británico The Guardian, la columnista Jennifer Gerson Uffalussy critica la reacción que han provocado las fotos de la actriz, asegurando que la obsesión que el público tiene en la actualidad con los famosos, ha hecho que “nos creamos que los cuerpos de desconocidos son propiedad colectiva que puede ser evaluada, criticada y descartada”.
Mientras, la periodista de la revista Slate Amanda Hess destaca la hipocresía que existe en Hollywood en relación a las operaciones estéticas y cómo en muchas ocasiones se alaba a las actrices que “envejecen con elegancia”, cuando en realidad eso es un eufemismo para referirse a aquellas intérpretes que se han sometido a “una buena cirugía plástica”.
“La cirugía plástica es falsa, igual que la fantasía de Hollywood de que las actrices mayores de 40 años no existen”, asegura Hess, quien recuerda en su artículo las duras críticas que tuvo que soportar por su aspecto la actriz Kim Novak, de 81 años, tras su aparición en la última gala de los premios Oscar el pasado marzo.
