En 2013, la cantante Taylor Swift acusó al DJ David Mueller por haberle tocado el trasero antes de un concierto en Colorado. Hoy, ha dado comienzo el juicio y la presentación de acusaciones por ambas partes.
Swift, de 27 años y Mueller, de 55, asistieron al tribunal y escucharon la presentación de los argumentos que dieron sus abogados, Douglas Baldridge y Gabriel McFarland.
Swift acusó a Mueller de haberle tocado las pompas por debajo de su falda, aunque él lo niega y asegura que el “falso argumento” de la cantante, le costó su trabajo en la radiodifusora, en Denver.
Mueller demandó a la artista en el 2015, al considerar que si tenía una queja debió llamar a la policía y no a sus jefes y la hizo responsable de perder sus ingresos.
El DJ detalló que el incidente fue cometido por uno de sus amigos, a quien invitó para conocer a la cantante, en ese entonces de 23 años.
Swift contra demandó a Mueller por agresión sexual y la denuncia indica que fue “forzada a comenzar un concierto de una hora ante 13.000 seguidores cuando todavía estaba consternada tras haber sido tocada de manera tan inapropiada”.
Una de las pruebas clave del juicio fue la foto publicada por el sitio de celebridades TMZ, que muestra dicho momento.
Mueller solicita 3 millones de dólares por daños y perjuicios, a cambio, Swift sólo quiere un dólar en compensación para que este caso sirva de “ejemplo a otras mujeres que pueden resistirse a revivir públicamente actos igual de humillantes e indignantes”.
Al parecer, el juicio podría tardar dos semanas, aproximadamente, y la intérprete de “Bad Blood” podría ser llamada a testificar en las próximas fechas.