En Puerto Rico, una pareja celebró su boda de una manera muy peculiar.
La novia llegó a bordo de una carroza fúnebre al cementerio nuevo de Mayagüez en Puerto Rico, lugar en el que se encuentra enterrada la mitad de su familia; allí ya la espera su prometido Idelfonso, junto con los invitados que vestían de negro.
Las arras y anillos estaban en un pequeño féretro, parecido al de las invitaciones.
Al final de la ceremonia sellaron su amor con un “hasta que la muerte nos separe”.