La menopausia es una de las etapas más complicadas que las mujeres atraviesan en su vida, generalmente entre los 45 y 55 años, pero ¿qué pasaría si esto le sucede a una niña?
Amanda comenzó a presentar síntomas a sus 11 años, sufriendo de menopausia precoz, y fue diagnosticada con insuficiencia ovárica prematura.
Esto le causó pasar sola gran parte de su juventud, pues “sentía que no la comprendían”.
Ahora, 17 años después, ella y su pareja decidieron tener un bebé, y pudieron hacerlo gracias a un tratamiento de inseminación invitro.