Las últimas investigaciones realizadas sobre la amistad entre sexos opuestos, afirman que siempre existe un cierto grado de atracción sexual. Y no solo eso. Cuando esa atracción va a más y los amigos acaban retozando entre las sábanas, la amistad se evapora.
Donald O’Meara, doctor en Psicología de la Universidad de Cincinnati, ha estudiado en profundidad el tema. Con los tests realizados a mediados de la década de 1980 observó que la cifra había aumentado y se convertía en 2.7 amigos del sexo contrario por persona promedio. El incremento fue mayor en las pruebas realizadas a comienzos del siglo XXI, en las que se alcanzó una media de 3.5.
Michael Monsour, psicólogo de la Universidad de Colorado y autor del estudio Women and Men as Friends: Relationships Across the Life Span in the 21st Century, es de una opinión similar: “La igualdad en el mercado laboral ha fomentado que hombres y mujeres tengan relaciones de compañerismo. Pero hay otro factor: la educación mixta y no sexista”.
Los estudios realizados por Monsour revelan que (aunque en el período de la preadolescencia parece inevitable que tanto niños como niñas busquen casi exclusivamente la compañía de amigos de su mismo sexo) los pequeños que desde muy temprana edad juegan y se relacionan de forma mixta, cuando llegan a la adolescencia tienen más facilidad para establecer relaciones con personas del otro sexo. Lo contrario sucede con aquellos que, por ejemplo, estudiaron en colegios solo para niños o para niñas.
No hay amistad sin atracción
“Me aventuraría a decir, tomando como base nuestros datos, que en la mayoría de relaciones de amistad entre personas de distinto sexo existe cuando menos un bajo nivel de atracción erótica”, afirma la doctora April. Pero la investigadora,
Linda Spadin va aún más allá: “Debido a que la amistad entre hombre y mujer es un concepto nuevo, al menos evolutivamente hablando, estoy convencida de que los instintos de apareamiento acechan agazapados en este tipo de relaciones. Incluso aunque ambos confiesen que sus intenciones no van más allá de lo platónico”.
¿Te has enamorado de tu amig@?