Se llevó a cabo el tercer y último debate presidencial de Estados Unidos entre el candidato republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton, en donde el tema del aborto fue el protagonista que provocó el mayor desacuerdo entre ambos.
Cuando el magnate fue cuestionado sobre su postura pro-vida y cómo actuaría al respecto si llegara a la Casa Blanca, dejó claro que echaría abajo reformas que permiten el aborto actualmente.
“Creo que eso podría pasar. Creo que eso tendría que ir de regreso a los estados individuales. Creo que si pones dos o tres jueces más, eso pasaría automáticamente, regresaría a los estados y ellos tendrían que tomar una determinación”, dijo Trump sobre su plan de postular jueces en contra del aborto.
Por su parte, Clinton aseguró que ella es una defensora de los derechos de la mujer, en la interrupción del embarazo y en otros campos que restringen el desarrollo de las mujeres. Asimismo, aseguró que el gobierno no debería de tener derecho a opinar en una decisión tan íntima y personal de una mujer.
El ataque más claro de la demócrata fue cuando recordó a Trump que hace unos meses él recomendó que las mujeres que aborten, deberían de recibir una especie de “castigo”.
“Los casos que se derrumban hacia el final del embarazo, son en su mayoría las decisiones más difíciles que las familia tienen que hacer. He conocido a mujeres que hacia el final de su embarazo reciben las peores noticias, y que su salud está en peligro. No creo que el gobierno de Estados Unidos deba involucrarse y tomar esas decisiones tan personales. Así que puede regular tomando en cuenta la salud de la madre”, finalizó la candidata.