La primera ministra británica trata de evitar una derrota a su acuerdo del Brexit negociado con Bruselas.
May necesitaba 320 votos para sacar adelante la votación y solo tiene el apoyo de 315 diputados conservadores.
El líder de los laboristas, Jeremy Corbyn, demostró su disgusto por la acción de May respecto del aplazamiento.
“Sabíamos desde hacía por lo menos dos semanas que el plan de May, el peor de todos los posibles, iba a ser rechazado por el Parlamento porque era lesivo para Reino Unido”, dijo.