Una de las premisas del Presidente Peña Nieto es que no había llegado al gobierno para administrar, sino para transformar; no obstante, a partir de este Informe de Gobierno deberá dar muestras de capacidad para administrar y aterrizar las reformas estructurales.
Tal como lo ha manejado en los spots previos, el resultado de las reformas no vendrá de un día para otro y de ahí que debe desarrollar un esquema en el cual, por un lado, la población debe comprender que el cambio no es mágico y por el otro, el gobierno debe implementar una estrategia de bienestar a corto plazo, especialmente ante un año electoral en el cual los partidos de oposición buscarán a toda costa aumentar sus posiciones, usando todas las estrategias a su alcance.
Es tiempo de pasar de un gobierno transformador a otro ejecutor, el Presidente durante su informe podrá enfatizar el logro y consumación de las reformas, pero la nación le demandará respuestas sobre cómo manejará el país una vez que logró todo el paquete de reformas estructurales que había marcado como indispensables y que, evidentemente, en este momento no han generado aún, bienestar para la población.
Es momento de aterrizar y manejar las expectativas de la población ya que son ellos el termómetro más importante, las reformas son estratégicas y estructurales, pero no son microeconómicas en primera instancia, la gente que creyó en este gobierno puede, o posiblemente ya lo esté haciendo, dejar de creer si no sienten los cambios en su vida cotidiana, en sus bolsillos.
La importancia del acuerdo político y la pluralidad democrática bajo el logro del Pacto por México, y la promesa de que con las reformas vendrá el crecimiento ya no serán suficientes contra los rezagos aún existentes en materia económica, de crecimiento, de pobreza y desempleo.
Es innegable que el Pacto por México significó el movimiento de varias reformas en el Congreso y el fin de la parálisis legislativa por más de 15 años, eso lo pueden entender los senadores, los diputados, usted o yo, pero tal vez el 90% de los mexicanos no, a ellos les interesa saber cómo se traducirán en “su realidad” todas las reformas.
El anuncio de inversiones públicas millonarias, desde hace unas semanas, y de aquí en adelante, en obras y proyectos de infraestructura espectaculares como el tren México-Querétaro o el nuevo Aeropuerto de la capital, así como que a partir de Enero de 2015 ya no habrá gasolinazos, son parte de la nueva estrategia de comunicación y de gasto.
Incluso existen rumores, no dejan de serlo pues no existen fundamentos ni pruebas, que de los presupuestos de 2013 y 2014 se estuvieron reteniendo y retrasando importes mayúsculos que aparecerán de repente para ser ejercidos de inmediato, simulando que son gracias al paquete de 11 reformas estructurales aprobadas a partir del diálogo y la construcción de acuerdos con las principales fuerzas políticas de oposición; ese tipo de ficción asusta, pero yo no lo niego, desde mi punto de vista y a pesar de los pesares, ojalá fuera realidad!
Mañana, luego de que hoy el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, entregue el informe al Congreso, el presidente Peña Nieto emitirá un mensaje a la nación desde Palacio Nacional. Asistirá el gabinete y se ha invitado a gobernadores, empresarios, diplomáticos, líderes religiosos e integrantes de la sociedad civil.
En los distintos spots de televisión que ha preparado con motivo de su segundo Informe de Gobierno, Peña Nieto dice que el país ya no es el mismo de antes, es el México que se atrevió a cambiar, el México que construyó acuerdos con una eficacia política inédita, se vencieron mitos y tabúes, pero para el gobierno federal el reloj sigue su tic-tac, llegó el momento de la verdad, de poner las reformas en acción, y dar resultados a corto plazo, no sólo en el ámbito energético o de telecomunicaciones, en algo un poco menos complejo y más tangible, algo que pueda palpar el 90% de la población.
Concuerdo que la popularidad y los índices de aceptación no son prioritarios en la época reformista, sin embargo, ha llegado el momento de que empiece a subir, no por el Presidente, es por México.
Lic. Rafael Zaga @razagave.
