Tocar conscientemente es besar con las manos a tu pareja: Tantra

En el Tantra, el tacto es uno de los medios primarios para despertar y dirigir la energía. Tocar podría llamarse «besar con las manos», y son similares las técnicas que se aplican a ambos pasos; toca a tu amante por todas partes.

Un aspecto de la consciencia elevada es el darse cuenta conscientemente de que las manos no acaban en la punta de los dedos, y que su influencia no termina en la superficie de la piel.

Nuestros cuerpos son como contenedores de gran cantidad de energía. Mientras estamos vivos emanamos esa energía, que se manifiesta en un campo energético o aura que rodea y penetra al cuerpo.

Los tántricos saben que el fluir de esta energía puede ser estimulado y dirigido conscientemente. Cuando se manda que salga de los dedos o de la palma de la mano, la energía es de gama baja y penetrable, como una vela encendida cuyo calor excede la frontera de la cera y la mecha.

Si puedes imaginar, sentir o visualizar el brillo energético que viene de las manos y los dedos cuando tocas a otra persona, conectarás a un nivel energético más profundo.

Técnicas


1. El Tacto estático se realiza por «energía corriente». Pon ambas manos sobre tu amante, y no te muevas. Mientras tus manos están quietas, dirige conscientemente la energía de tu mano derecha hacia y a través de tu amante, y luego conscientemente acéptala de nuevo en la mano izquierda.

2. Los apretones incluyen un toque amasador. Arañar con las uñas o la punta de los dedos, como los mordiscos de amor en la categoría de los besos, es otra de las formas; normalmente es preferible que sea más yin que yang. En el Kama Sutra, uno de los textos tántricos más conocidos, el séptimo nivel de yang en tanto al beso mordedor y al toque arañando hace que fluya la sangre.

3. Los golpecitos o manotazos pueden despertar gran pasión. Obviamente algunas partes del cuerpo son más adecuadas que otras para recibir este tipo de tacto, las nalgas en particular, porque están bien almohadilladas y protegidas. Sé consciente de la línea que separa el placer del dolor, del nivel de tolerancia de tu amante.

Ejercicio: Acaricia larga y suavemente con la palma de tu mano la espalda de tu pareja hasta las nalgas, y luego aprieta la piel de esta zona y continúa bajando por los muslos, con la punta de los dedos y lo más ligero posible. El receptor debe ser tan consciente del regalo como el que lo da.

Al dar placer al compañero mediante el tacto, también recibes placer sensual del contacto. Considéralo como el otro lado del tacto, la piel de tu amante contra tu mano, y deléitate en cómo se siente esto, su textura, su suavidad o dureza, su calor y la energía que emite.