Óscar Montes lamentó que ante la justicia “todos seamos presuntos culpables antes que inocentes”. Esta mañana salió del penal de Nayarit, en donde estuvo preso acusado de ser propietario de una maleta con 20 kilos de cocaína.
Detenido el viernes pasado en el aeropuerto de Ciudad de México, el ex estudiante aseguró que afortunadamente el infierno no duró más de siete días.
Al llegar a su ciudad natal, Toluca, visiblemente decaído y caminando con dificultad, Óscar dio una conferencia de prensa: “Lo que me mantuvo en pie fue el comentario de un compañero reo que me dijo que escuchó en la radio: allá afuera se están moviendo y te van a sacar”, agregó.
Reconoció que fue un evento desafortunado, “agradezco que me tocara a mí, a mí que tengo una familia que jamás se iba a rendir, y bastante numerosa; tengo 25 madres y 25 padres, además de un millón de hermanos, tengo amigos, tengo el apoyo y la confianza del rector, de mis compañeros, de una institución caracterizada por una razón humana”, afirmó.
Dijo que aunque no fue agredido físicamente, sí se violó su derecho de inocencia “se me acusó culpable y yo tenía que demostrar lo contrario”.
Sus padres, Óscar y Adriana, originarios de Santiago Tianguistenco, municipio cercano a Toluca; así como otros familiares y amigos, que en un gesto de solidaridad se raparon al igual que el joven cuando fue ingresado al penal de máxima seguridad de Nayarit.
