Claire Suddath
TIME Magazine
- “Los Beatles, más populares que Jesús”. Le tomó al Vaticano 44 años en perdonar este comentario de John Lennon. No lo decía literalmente, por supuesto, sólo exageró la popularidad que tenía la banda en 1966. En abril de este año, el periódico L’Osservatore Romano ofreció a la banda la absolución completa. Hmmm… ¿gracias?
- Sinead O’Connor rompe la foto del Papa. El Vaticano conoció la televisión en vivo en 1992, cuando la cantante apareció en Saturday Night Live y rompió una foto de Juan Pablo II diciendo “Hay que pelear contra el verdadero enemigo”. La cantante dijo a a revista Time que lo hizo como protesta por las cosas que enseñan.
- Convirtiendo a Homero. Aparentemente, Los Simpson son católicos. Un cura jesuita dijo haber estudiado varios episodios de esta caricatura, y concluyó que “rezan juntos antes de las comidas y, a su manera, creen en el Cielo”. Esto, a pesar de que la familia amarilla va a una iglesia protestante, en la que el reverendo abiertamente se ha burlado de la Iglesia Católica. El productor de Los Simpson, Al Jean, dijo en una entrevista: “Hemos mostrado claramente que Homero no es católico. No creo que pudiera pasar un viernes sin comer carne, ni siquiera por una hora”.
- Madonna, una y otra vez. La historia de la cantante con el Papa y el Vaticano es larga y tormentosa. Cuando lanzó su video Like a Prayer – con todo y estigmas, cruces incendiadas y Madonna de romance con un santo – salió en 1989, el Vaticano lo condenó. Pero eso no fue todo. Madonna, quien fue criada como católica y después de convirtió a la Cábala (por lo que la han criticado), ha incorporado la religión a su trabajo en muchas ocasiones, incluyendo los títulos de sus discos: Confessions on a Dance Floor, The Immaculate Collection. En 2006 invitó al Papa al concierto que dio en Roma, en el que pretendía ser crucificada. Dos años más tarde, le dedicó la canción Like a Prayer diciendo: “Le dedico esta canción al Papa porque soy un hijo de Dios”.
- Odia La última tentación de Cristo. Ama La Pasión de Cristo. Martin Scorsese entró a la controversia cuando adaptó el libro La última tentación de Cristo al cine. La casa productora, Paramount, la dejó en 1983 después de protestas de grupos evangélicos que se oponían a la blasfema de un matrimonio entre Jesús y María Magdalena. A pesar de las amenazas de boicot, el filme fue distribuido por Universal Pictures en 1987. Miles de cristianos protestaron afuera de sus oficinas y el Vaticano emitió una condena pública. Un grupo religioso incluso ofreció pagar todos los costos de producción si el filme era removido. La película de Mel Gibson, La Pasión de Cristo, contaba la tortuosa historia de las últimas horas de Cristo. Después de una función privada en el Vaticano, un portavoz anunció que el Vaticano aprobaba la película. Después se retractaron diciendo que el Papa no hace críticas de cine.
- Harry Potter y el Papa nervioso. Cuando aún era Cardenal, Joseph Ratzinger mantuvo correspondencia con un autor religioso alemán que se dedicó a encontrar aquello que atentaba contra la religión en las películas de Harry Potter. En una carta, el ahora Papa Benedicto XVI le dijo: “Es bueno que nos ilumines en el asunto de Harry Potter, porque estas seducciones sutiles que apenas se notan, y precisamente por eso tienen un efecto profundo y corruptor en la fe cristiana, antes de que ésta pueda crecer”. En 2009 perdonaron a la franquicia, e incluso publicaron una felicitación a la película Harry Potter y el Príncipe Mestizo por hacer una clara distinción entre el bien y el mal.
- Peleando con Ángeles y Demonios. Cuando salió El código DaVinci, líderes católicos de todo el mundo llamaron a boicotearla por lo que la historia decía acerca de la naturaleza divina de Cristo. Cuando se filmó la secuela, el Vaticano no estaba nada contento. El director Ron Howard dijo que la Iglesia interfirió con las grabaciones, que no se les permitió grabar en los lugares sagrados del Vaticano, e incluso que no podía haber tomas de la ciudad de Roma en las que hubiera iglesias en el fondo. Esta vez no hubo boicot, temiendo que pudiera tener el efecto opuesto. Sólo emitieron una declaración en la que decían que “no podían aprobar” la película.
- Condenando la saga de Eclipse: Nueva Luna. Días antes de que la película se estrenara, monseñor Franco Perazzolo dijo que ésta contenía una peligrosa mezcla de “protagonistas bien parecidos, que rayan en lo supernatural”. “Esta película no es más que una aspiradora moral con un mensaje errado, por lo cual debiéramos preocuparnos”. Claramente, los fans no escucharon esto porque la película recaudó más de 700 millones de dólares.
- Abriendo la caja de Pandora. La Santa Sede tuvo algo que decir ante el estreno de Avatar, de James Cameron. “Es un guiño a todas esas pseudo doctrinas que vuelven la ecología la religión del milenio… La naturaleza ya no es una creación a defender, sino una divinidad a adorar”.
- Bendiciendo a los Blues Brothers. Ellos lo dijeron primero: “Estamos en una misión de Dios”. Era cuestión de tiempo antes de que la Santa Sede reconociera el significado de los Blues Brothers. Este año, L’Osservatore Romano nombró a este filme como un “clásico católico”. Después de todo, estos hombres estaban recaudando fondos para salvar un orfanatorio católico.