Las autoridades de Nueva Zelanda decretaron un toque de queda en la ciudad de Christchurch para evitar robos y saqueos en los edificios abandonados después del terremoto de 6.3 grados ocurrido el lunes.
Después de que tres personas fueran arrestadas por robo, las autoridades decretaron que nadie puede estar en la calle a partir de las 6:30 pm. También argumentaron que esta medida se debe al riesgo de que más edificios se derrumben durante la noche.
El Primer Ministro, John Key, estimó que los daños del terremoto ascienden a 8 mil millones de dólares, aunque algunos aseguran que será del doble.
Nueva Zalanda se encuentra en el “Anillo de Fuego del Pacífico“, y cada año sufre unos 14 mil movimientos telúricos, aunque la mayoría son de baja intensidad. El del lunes ocasionó que se desprendieran 30 millones de toneladas de hielo de un glaciar de la Isla Sur.
Agencia EFE
