¿Trabajar o tuitear? El dilema del secretario del Trabajo

Tal como lo anunció en abril pasado Alejandra Sota, coordinadora de Comunicación Social de la Presidencia de la República, la totalidad de los secretarios de Estado tienen una cuenta en Twitter, la popular red social de microbloging, con el objetivo de acercar al gobierno con los ciudadanos.

Sin embargo, no todos han aprovechado esta herramienta para comunicarse con la misma frecuencia ni publican sus actividades profesionales y privadas con la misma constancia. El secretario del Trabajo, Javier Lozano, es quien tiene prácticamente monopolizada la plataforma de comunicación gubernamental  por tratarse al día de hoy del funcionario federal con más tweets enviados.

El secretario del Trabajo ha redactado 13,781 mensajes, mientras que el secretario de Seguridad Pública sólo ha enviado uno.

El problema no es la cantidad de tweets, sino la cantidad de asuntos públicos que el funcionario ha descuidado por concentrarse en la red social:

  1. La reforma laboral, la cual si bien es cierto que se encuentra atorada en la Cámara de Diputados, Lozano no ha tenido la capacidad negociadora para sacar adelante la nueva ley del Trabajo.
  2. La quiebra de Mexicana de Aviación, que dejó sin trabajo a 8 mil empleados entre pilotos, azafatas, y personal en tierra.
  3. Los accidentes ocurridos en algunas minas, como en la de Sabinas, en Coahuila, donde murieron 14 trabajadores a principios de mayo.
  4. La crisis social y laboral, aún vigente, que estalló a partir de la extinción de Luz y Fuerza del Centro.
  5. El diálogo respetuoso con los partidos políticos para empujar en conjunto la agenda laboral.

Todos los anteriores, asignaturas pendientes que el secretario del Trabajo desatendió por estar tuiteando, por cierto de una manera peculiarmente visceral. A lo que bien aplicaría el hashtag #paredetuitear.