Sus padres lo abandonaron pues creía que era un brujo, así que el pequeño ‘Hope’, de apenas 2 años, tuvo que vivir en las calles y valerse por sí mismo durante ocho meses.
Un día, una trabajadora social danesa llamada Anja Ringgren Loven lo encontró en Nigeria y le dio de beber de una botella de agua. Ahí comenzó una misión de rescate que se hizo viral.
Anja lo llevó al hospital para que lo limpiaran, alimentaran y cuidaran y pidió a los usuarios en internet que la apoyaran con los gastos médicos. Al día siguiente, recibió más de $1 millón de dólares de todas partes del mundo.
Esta mujer, quien tiene un refugio para niños en Nigeria, adoptó al pequeño y, un año después de haberlo conocido, compartió fotos de ‘Hope’, quien ya está listo para comenzar clases en la escuela este mes.