Artefactos explosivos de fabricación casera fueron colocados en la mezquita Al Rauda, en el distrito de Bear al Abd, en el extrarradio de Al Arish, los cuales detonaron cuando los creyentes salían del rezo.
La explosión dejó como resultado 184 personas muertas y por lo menos 125 personas heridas.
El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, declaró 3 días de duelo nacional debido a las personas fallecidas durante la explosión.