Una taiwanesa pidió el divorcio por el mal olor de su esposo y el Tribunal de Distrito de la ciudad norteña de Hsinchu se lo ha concedido, en una sentencia hecha pública.
En su fallo, el tribunal señala que los hijos del matrimonio confirmaron que a su padre no sólo le olían mucho los pies sino que no se lavaba con frecuencia y que no contribuía en nada al mantenimiento de la familia.
El esposo, de 47 años y apellidado Zhang, sólo se lavaba unas dos veces por semana, incluso en los calurosos meses de verano, y cuando sus familiares se quejaban del mal olor, les decía que utilizara perfume, señalaron sus hijos ante el Tribunal.
El Tribunal considera que vivir con una persona con mal olor y malos hábitos de limpieza, que no quiere enmendarse a pesar de las repetidas amonestaciones, supone una situación intolerable que justifica el divorcio.