El presidente Donald Trump firmó hoy cinco órdenes ejecutivas para revivir la construcción de dos polémicos oleoductos y hacer más eficiente los procesos para valorar el impacto ambiental para los proyectos de infraestructura.
Trump dijo que algunos de los términos para el proyecto de oleoducto Keystone XL y el oleoducto “Dakota Access Pipeline” serán renegociados por su gobierno”.
“Y si funcionan, veremos si podemos tener construidos los dos gasoductos”, el primero de los cuales podría generar hasta 28 mil nuevos empleos, señaló.
Además de estas dos órdenes ejecutivas, el mandatario firmó tres más, una para alentar la construcción en Estados Unidos de la tubería para gasoductos, y otras dos relacionadas con los procesos de evaluación medio ambiental para proyectos de infraestructura.
“Se trata de racionalizar el incómodo, largo, horrible proceso de permisos y reducir las cargas regulatorias para la industria manufactura”, dijo el mandatario a los periodistas durante la breve ceremonia de firma en la oficina oval.
Recordó que en sus encuentros con líderes de negocios, muchos se han quejado de que este proceso es tan largo y engorroso que en muchos casos optan por renunciar a los proyectos, “y no queremos que eso suceda”.
“El proceso regulatorio en este país se ha convertido en un lío enredado y muy injusto para las personas. Es enorme”, dijo.
Trump defendió esta desregulación frente a la urgencia de poner en pie proyectos de infraestructura de alta prioridad como puentes y carreteras, y generar con ellos los empleos que el país requiere.
“No podemos estar en un proceso ambiental por 15 años si un puente va a caer o una carretera está desmoronándose. Así que estamos acelerando las revisiones y aprobaciones ambientales”, explicó.
En noviembre pasado, la administración de Barack Obama rehuso autorizar el proyecto Keystone XL, de la petrolera canadiense TransCanada, después de citar reservas sobre el impacto potencial del proyecto en el medio ambiente.
El proyecto por ocho mil millones de dólares buscaba construir un oleoducto de mil 897 kilómetros de largo y 91 centímetros de diámetro para transportar petróleo crudo desde Hardisty, en la provincia canadienses de Alberta, hasta Steele City, Nebraska.
El gasoducto Keystone XL preveía la creación de nueve mil fuentes de empleo en Estados Unidos y un total de 42 mil empleos en la cadena de valor estadunidense, aunque Trump colocó este martes la cifra de empleos generados en 28 mil.
La construcción gasoducto ‘Dakota Access Pipeline’ fue frenada el mes pasado luego que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos dijo que negaría el permiso para la porción comprendida bajo el Lago Oahe, cerca de la reservación de la tribu Standing Rock Sioux en Dakota del Norte.
La tribu y un centenar más de tribus nativo americanas, junto con cientos de activistas de grupos ambientalistas, se han opuesto a la construcción del oleoducto y desde marzo pasado protagonizaron múltiples protestas cerca de ese lugar.
Los opositores han argumentado que la construcción del gasoducto viola territorio de la tribu y tiene el potencial de dañar el abastecimiento de agua para la etnia Standing Rock Sioux, al proyectarse que pasaría por debajo del Lago Oahe.