Fiel a su estilo, Ricardo ´Tuca’ Ferretti sacó un empate 0-0 en la casa de los Gallos Blancos de Querétaro en el juego de ida de las semifinales del Torneo Apertura 2011.
Con este resultado Tigres se encamina hacia la final sin ni siquiera emplearse a fondo, apelando a su solidez defensiva para salir airosos ante un cuadro que es puro corazón, pero que ésta vez no le alcanzó.
Los Gallos Blancos saltaron al ruedo sin ningún complejo, pero sí con la convicción de escribir una nueva hazaña y respaldar a su técnico, José Saturnino Cardozo, en la cancha; así, salieron al campo y le arrebataron el balón a los felinos, quienes por momentos asumieron una postura ‘cómoda’ al dedicarse sólo a defender.
Sin embargo, los norteños daban pequeñas probadas de lo que podía generar su ofensiva, pero nunca logró soltarse del amarre, estaban esperanzados a que se presentara una genialidad de Lucas Lobos que cambiara el curso del partido, pero éste nunca llegó.
El ‘Bofo’ Bautista perdonó al cuadro universitario en la recta final del primer tiempo, luego de que Hibert Ruiz le puso un excelente servicio para dejarlo solo y frente al meta, pero el grito de gol se ahogó justo cuando el ‘7’ echó su remate por un costado del arco; minutos más tarde, Macilla regresó el ‘regalito’, tras no poder conectar una diagonal retrazada que puedo significar la ventaja para los Tigres.
Los Gallos salieron como si les hubieran picado la cresta para el segundo capítulo. Fueron insistentes a la ofensiva, aunque sin mucha claridad, porque enfrente tenían a la mejor defensa del campeonato, que se encargó de neutralizar cualquier intento de Carlos Bueno.
Liborio Sánchez respondió una vez más cuando se le exigió, al 66’, Damián Álvarez desbordó por carril izquierdo y metió un servicio que Torres Nilo conectó, pero el arquero aguantó a pie firme el embate y se quedó con el balón.
Los Tigres se fueron satisfechos con el empate, olfateando el camino hacia la final, sabiendo que está cerca, pero que necesitan dar un zarpazo que fulmine a unos Gallos que se niegan a renunciar al sueño de llegar por primera vez en su historia a una final.
Fuente: Récord
