Un enemigo mayor que las inundaciones y huracanes

En su ensayo para el New York Times, Alex Prud’Homme describe la sequía del sur de Estados Unidos – como está sucediendo en otras partes del mundo – como el “desastre progresivo”.

Inundaciones, tornados, tsunamis y otros fenómenos extremos del clima, han dejado una estela de destrucción en el mundo, durante la primera mitad de 2011. Pero esto podría ser solo el principio de un año con muy mal clima.

Lo que sigue: sequía. En el sur de Estados Unidos, 14 estados se están asando – desde Arizona, que ha tenido los peores incendios forestales en años, hasta Florida, donde unas 200 mil hectáreas de bosque se han quemado debido a los incendios.

Peor aún: la sequía, contrario a los terremotos, huracanes u otros fenómenos naturales que se mueven rápido, podría convertirse en una condición permanente en algunas regiones.

Los meteorólogos llaman a la sequía un “desastre progresivo” porque sus efectos no se sienten todos al mismo tiempo. Algunos la comparan con una anaconda, que lenta e inexorablemente aprieta a su presa hasta la muerte.

La “aridificación” de 2011 empezó el otoño pasado; ahora, las temperaturas en muchos estados han subido más de 38 grados centígrados en solo unos días. Un sistema de alta presión se ha estancado a la mitad de Norteamérica,  bloqueando el aire frío del norte. Texas y Nuevo México están más secos que cualquier otro año que se tenga registrado.

El calor mortal le quitó la vida a 138 personas el año pasado, más que los huracanes, tornados o inundaciones, y además seca los troncos de los árboles, que se vuelven vulnerables a los rayos y descuidos humanos.

En lo que va del año, 40 mil incendios forestales han acabado con 5.8 millones de hectáreas en todo Estados Unidos  – y el intenso calor de agosto promete empeorar aún más las condiciones, antes de que éstas puedan mejorar.

Fuente: New York Times

Foto: Daniel Borris