Un partido en transformación: César Camacho

César Camacho, presidente de Partido Revolucionario Institucional, publicó en Grupo Reforma: Los partidos políticos del mundo entero están en crisis.

Los procesos de desarrollo económico y cultural, en general, y de masificación de las tecnologías de la comunicación en particular, han contribuido a que las sociedades sean cada vez más complejas, urbanizadas, informadas, inestables y exigentes, lo que ha implicado cambios radicales, como la emergencia de nuevas demandas que los partidos políticos parecen incapaces de encauzar; planteamientos que las organizaciones tradicionales no alcanzan a entender o interpretar, y mucho menos a procesar con eficacia, ante los cuales, paradójicamente, suelen reaccionar con prácticas obsoletas.

Lógicamente, uno de los partidos políticos que más tiempo ha gobernado, pero también sometido al desgaste natural de ese ejercicio en un contexto democrático, el Partido Revolucionario Institucional, no es ajeno a dicho fenómeno.

Aún en el clima generado por la victoria electoral del año pasado, el PRI está consciente de que en sus actuales condiciones difícilmente podría mantener la racha de triunfos y servir con eficacia a la sociedad; el partido sabe que está impelido a cambiar.

El contexto político actual abre al PRI una ventana de oportunidad para ponerse al día y anticiparse; para estar a la altura de las exigencias del país, para acometer una época especialmente difícil de su historia; en una palabra, para transformarse.

Siguiendo la premisa planteada por Jürgen Habermas, de que “las instituciones de la democracia deben ser escenarios transparentes y abiertos al debate público si desean ser legítimos”, el Revolucionario Institucional está desarrollando su XXI Asamblea. Una consulta en la que han tomado parte más de 130 mil priistas de todo el país, desde el 21 de enero; asamblea abierta a las redes sociales en las que se recibieron más de 6 millones de visitas e intervinieron más de 20 mil personas que respondieron y aportaron; que consultaron otros casi 10 mil lectores.

Está claro que el PRI debe hacer más sencilla, ágil y abierta su vida interna, para ser más eficaz; además de actualizar su posición respecto a los grandes retos nacionales.

El partido está consciente de que para ampliar las oportunidades de intervenir en la vida democrática, debe abrir “candados” y ensanchar los espacios para la participación, no sólo de sus militantes, sino de quienes simpatizan con sus postulados.

El lastre que el PRI ha tenido que arrastrar, cuando algunos de quienes usando sus siglas se convirtieron en autoridades pero fallaron en la encomienda, obliga al partido a vigilar y exigir a sus militantes un desempeño apegado a la legalidad y el cumplimiento de sus compromisos, por la vía de una recomendación legítima y enérgica, para enmendar a tiempo.

El PRI, partido en el gobierno, con toda convicción, está decidido a respaldar al Presidente surgido de sus filas, pero está resuelto, sobre todo, a aliarse con la sociedad, que mayoritariamente votó por ambos, para que las demandas ciudadanas se conviertan en iniciativas de Ley y políticas públicas que las autoridades concreten.

En la XXI Asamblea, el priismo ha acreditado voluntad y capacidad, sin arriar banderas; por ejemplo, insistiendo en conseguir empleos mejor remunerados con un piso de protección y seguridad social universal que reduzca la incertidumbre sobre la salud de las familias; financiamiento público oportuno para el campo y dignificación de la vida rural. El PRI pugna por una reforma hacendaria integral equitativa por cuanto a los ingresos y responsable socialmente respecto a los egresos.

Una reforma energética para el desarrollo, manteniendo la rectoría del estado, modernizando el sector para aprovechar todo su potencial, garantizando que la explotación de los recursos naturales beneficie a todos.

En el ámbito económico, generar mayor competencia, evitar los monopolios y las prácticas monopólicas, para que la población tenga acceso a productos y servicios con mayor calidad y a mejores precios, particularmente en el sector de las telecomunicaciones; y, en otro orden de ideas, agilizar la implementación del sistema de seguridad y justicia garantista y transparente. Éstos, y muchos más resultados de la Asamblea, se convierten en una agenda audaz para estar a la altura del reto histórico de esta generación de mexicanos que encabeza Enrique Peña Nieto, con un liderazgo sostenido por los resultados.

El PRI tiene la actitud y la aptitud para afrontar sus retos, y demostrar que transformándose, contribuirá con la transformación de México.

Fuente: Reforma