A sus 25 años, Anthony Botta, tuvo la oportunidad de viajar por dos meses por Italia, Bélgica, Holanda, Austria, Hungría, Polonia, Eslovaquia y la República Checa, sin tener que preocuparse por el hospedaje, ya que utilizó las casas de las chicas que ligaba en Tinder para pasar la noche.
De acuerdo con Botta, esto no siempre fue tan agradable como parece, pues tuvo citas que no resultaron tan placenteras, incluso terminó haciendo “match” con una mujer por desesperación, ya que necesitaba un lugar para pasar la noche.