La representación varonil de basquetbol mexicano acalló a sus críticos. Cierto es que los jugadores de la selección de Estados Unidos no son el denominado Dream Team, sin embargo, cuentan con jugadores de la liga de desarrollo de la NBA, y a pesar de ello no pudieron contra una escuadra tricolor que peleará este domingo la final luego de vencer en semifinales por marcador de 71-55.
Estados Unidos inició con el dominio en el partido durante el primer periodo. La estatura y experiencia del cuadro de las Barras y las Estrellas les permitieron llegar a tener hasta ocho puntos de ventaja, una diferencia que aparentaba ser pobre ante el potencial del vecino del norte. Sin embargo, México no cedió en su lucha y para el segundo cuarto logró tomar la delantera gracias a la combinación en la pintura de Paul Stoll, Jovan Harris y Pedro Meza.
Pero el verdadero momento de la escuadra tricolor llegó en el tercer periodo. Estados Unidos volvió a aquejar su mal de los anteriores encuentros: la falta de contundencia. Sumado a ello, la labor debajo del aro a la defensiva por parte de los mexicanos resultó exitosa en el departamento de los rebotes.
El último periodo fue la tumba de la escuadra estadunidense. Por primera vez México llegó a tomar una ventaja de 10 unidades, misma que se prolongó hasta las 15 a tres minutos de concluir el partido. Para esos momentos, la banca del equipo rival lucia rostros similares a los de un funeral, y es que nunca esperaron una escuadra pudiera hacerles pelea.
Fuente: Milenio