Victoria Soto dio su vida para salvar a sus alumnos en la masacre de Connecticut

Victoria Soto es una heroína. Logró salvar la vida de 16 niños. Hizo lo necesario para resguardarlos de la masacre de la escuela primaria Sandy Hook, en Newtown, Connecticut, el pasado viernes.

Soto perdió la vida y hoy es recordada con amor y gratitud. El padre de Victoria es puertorriqueño, dijo Eliezer Soto, tío de la maestra, al periódico El Nuevo Día, de Puerto Rico. Su madre es estadounidense.

La maestra, quien tenía 27 años, le salvó la vida a 16 niños de primer grado, escondiéndolos para protegerlos de las balas que salían de las armas de Adam Lanza.

“Al hacer eso, ella se interpuso entre los niños y el atacante”, dijo su primo Jim Wiltsie. “Perdió la vida haciendo lo que más amaba”, agregó, según la agencia de noticias AP.

La maestra llevaba cinco años trabajando en esa escuela, y era muy popular entre los estudiantes.

Hay otros dos casos de maestros que salvaron la vida de sus niños, pero también pudieron salvar la suya.

Una de ellas fue Kaitlin Roig, quien colocó a 15 estudiantes en un baño pequeño, puso un librero en frente de la puerta y le puso seguro, pidiendo a los niños que mantuvieran absoluto silencio.

“Hay hombres malos allá afuera ahora. Tenemos que esperar por los hombres buenos”, les dijo a los niños.