Los Xolos ganan la ida por 2-1. Toluca supo controlar el ímpetu perruno que a pesar de irse en ventaja, nada esta decidido.
El plan de Xolos todos lo sabían. Lo sabía Meza, lo sabía Talavera, pero sobretodo, lo sabía Antonio Naelson, al que llaman “Sinha”. “Sinha” significa pajarito, y como una colibrí, así el brasileño naturalizado mexicano manejó los hilos del juego.
Xolos salió a comerse el pastel, salió a demostrar el por qué es finalista, y como en la final es al todo o nada, quiso comerse el pastel, pero enfrente estaba un “gourmet” llamado “Sinha”. Con la premisa de que el balón es el que debe correr, no el jugador,
El gol de Martínez cayó a los 23′, a los 25′ Toluca contestó, por obra de otro “Pájaro” Benítez, quien empató el juego.
Cerca del final de la primera parte, otra vez la falta de concentración afectó a los choriceros.
Para la segunda parte las revoluciones se estacionaron en el conformismo. Toluca conforme con la ventaja y Xolos conforme con el mínimo triunfo. La lucha se estableció por hacerse del control de la media cancha, saber si podía más el tercer aire de Fernando Arce o Antonio Naelson.
Al final las fuerzas se contrarrestaron. Ni el Diablo supo mas por viejo, ni el Xolo mordió por mas que ladro. 2-1. Favor de Tijuana, 2-1 a favor del misterio. 2-1 en la ida. Hay final.
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