De acuerdo con los especialistas lo único peor a Elba Esther Gordillo Morales, ex presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), es la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), aliada de Andrés Manuel López Obrador, que igualmente recibe millonarios recursos por cuotas sindicales de los maestros y también los dilapidan, desvían y roban en aras de la autonomía sindical.
La Reforma Educativa, como puede constatarse, tal y como se hace en los sistemas educativos de los países más desarrollados y equitativos, apunta a la evaluación, la acreditación y la certificación que miden la calidad y la orientan a elevarla a niveles establecidos por parámetros. Se trata de una tendencia mundial en concordancia perfecta con los derechos humanos y los compromisos de las naciones para abatir la pobreza.
Pero la CNTE va en contra de esta tendencia de progreso y opta por las manifestaciones callejeras lanzando piedras y consignas en el sentido de que los cambios a la reforma educativa no pasarán, amparados por el manto protector de López Obrador.
Una comisión de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ingresó a la Secretaría de Gobernación para entregar un documento en el que demandan, entre otras cosas, que se dé marcha atrás a la reforma educativa y exigen también la derogación de los artículos tercero y 73 constitucionales.
Maestros de Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Chiapas, entre otros estados, marcharon del Monumento a la Revolución hacia el Palacio de Justicia Federal para entregar más de 63 mil amparos en contra de la reforma educativa, al considerar que ésta viola los derechos de los trabajadores de la educación.
Andrés Manuel, a través de Martí Batres Guadarrama, presidente de Morena, declaró: la reforma educativa daña las conquistas de los trabajadores de la educación, por lo que apoyaremos a los maestros de la CNTE y del SNTE para interponer demandas de amparo.
En la misma línea Jesús Martín del Campo, dirigente de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CENTE) aliada de AMLO y Morena, indicó que interpondrían más de medio millón de amparos; y Batres adujo que cuentan con abogados expertos para que los magistrados no puedan rechazarlos.
Si en 2007 presentaron 300 mil amparos contra reformas a la Ley del ISSSTE y no lograron frenarla, ahora vamos a llenar los juzgados de distrito y el Tribunal Federal con amparos, al menos con medio millón de demandas también, dijo Artemio Ortiz Hurtado, del Comité Democrático del SNTE y anunció que pedirán apoyo a organismos de derechos humanos, a la ONU, la Organización Internacional del Trabajo, a la Federación de Educadores de Canadá, a padres de familia y a otros sindicatos.
Desde luego que López Obrador no podía desaprovechar esta oportunidad de oro para llevar agua a su molino y atacar al gobierno de Enrique Peña Nieto, como lo prometió el 1 de diciembre, y menos dejar ir la oportunidad de convertirse en el líder santón y caudillo de los sindicatos de maestros, tanto del SNTE, como de la CNTE.
¿Llegó la hora?