¿Y los propósitos? Es que no he tenido “ganas”…

Casi termina el primer mes del año y antes de que nos encontremos envueltos en el tema del Día de los enamorados, y nos olvidemos de los propósitos de Año Nuevo (si es que los hiciste) demos un vistazo a lo que llevamos realizado hasta el momento.

Te propusiste este año conseguir un peso saludable, sin embargo, aún no has hecho cita con el especialista; continúas tomando refrescos y seleccionando del menú comida poco saludable, con un alto porcentaje de grasas y calorías; y aunque el despertador suena una hora más temprano sigues sin pararte a correr o ir al gimnasio.

Te propusiste ser feliz y continúas boicoteándote con el nefasto diálogo interno que te hace sentir cada vez peor; sigues rodeándote de personas, relaciones y contenidos tóxicos; sigues sin hacer terapia y continúas alimentando el rencor y la envidia.

Te propusiste conseguir libertad financiera y sigues comprando cosas que no necesitas realmente; no has hecho un plan para pagar las tarjetas de crédito o para ahorrar un poco (ni siquiera tienes alcancía); y no has empezado a buscar en serio un trabajo que te nutra profesionalmente y personalmente.

¿Por qué no has empezado? ¿Estas esperando a tener “ganas” para hacerlo?

Hacer una lista de propósitos, desear que las cosas sean diferentes, y visualizar aquello que deseamos como si estuviera realizado es un primer paso pero no será suficiente, hay que ponerse en acción. “No tengo ganas”, me dirás… Pues aunque no tengas “ganas”, si esperamos a tenerlas podemos pasar toda la vida esperando y piénsalo, de cualquier forma el tiempo transcurrirá y nosotros podemos seguir esperando sin haber si quiera andado un primer paso a algún lado.

¿No tienes “ganas”? No importa, has como si las tuvieras, actúa mientras llegan. ¿Cómo se comportaría alguien que busca y mantiene un peso saludable? Acude con el especialista, escoge lo más sano del menú, no consume bebidas azucaradas, prepara sus alimentos, toma más agua, realiza alguna actividad deportiva
con regularidad, etc., etc., etc. Actúa como alguien que busca y mantiene un peso saludable.

¿Cómo se comportaría alguien que su prioridad es ser feliz? Acude a terapia, es agradecido, perdona, realiza actividades que le nutren, se rodea de personas positivas, etc., etc., etc. Actúa como alguien que su prioridad es ser feliz.

¿Cómo se comportaría una persona con libertad financiera? Realiza compras inteligentes, ahorra, invierte en sí mismo, le da un valor apropiado al dinero y a las cosas, impulsa proyectos, etc., etc., etc. Actúa como alguien que busca su libertad financiera.

Si pudiéramos preguntarle a los grandes deportistas, artistas, empresarios y personas con éxito si todos los días se sienten motivados al 100% para hacer lo que hacen, para levantarse temprano, entrenar y trabajar duro, dejar compromisos sociales y cosas más divertidas tal vez nos dirían que no, sin embargo van y lo hacen .

¿Sabes que te conviene? ¿Sabes que es bueno para ti? ¿Sabes que a futuro te traerá resultados positivos? Entonces, ¡hazlo!

Aunque no tengas “ganas”. No esperes, date una orden. Se autoridad en tu vida, claro, tampoco te conviertas en un tirano de ti mismo, simplemente conviértete en el adulto al mando de tu día a día y realiza acciones que te permitan cumplir con tus propósitos.

Si tu estas al mando y buscas tu bienestar, nada puede fallar. ¡Inténtalo y verás!

Por Déborah Buiza G.