Las Directioners están preocupadas por Zayn Malik ya que de unas semanas para acá se le ve muy delgado y algo demacrado.
Además de la extenuante gira mundial en la que se encuentra, el estrés y los tantos jet lag a los que se somete, el cantante de One Direction es musulmán y ahora está en pleno Ramadán.
El chico malo de One Direction no puede comer nada desde que sale el sol hasta que se pone.
A Zayn le falta un mes entero de esta tradición por lo que se espera baje más de peso.