Johanna Watkins, una mujer de 27 años, que es alérgica a casi todo, en su lista hay más de 100 cosas, entre alimentos, químicos, aromas, personas, porque sufre el síndrome de activación mastocitaria (SAM), lo que provoca que su cuerpo reaccione brutalmente de forma anafiláctica.
Conforme pasan los años, la lista de alergias aumenta y su salud empeora. De hecho, Johanna es alérgica a su marido. Un abrazo o un beso podría ser mortal para ella.
Watkins vive aislada de todo y de todos en su habitación. Tiene una burbuja equipado con filtros purificadores y ventanas selladas.
“Tan pronto como se abre la puerta puedo sentirlo. Mi cuerpo entra en modo ataque total. Siento como si mi cuerpo estuviera librando una batalla contra sí mismo. Mi garganta se aprieta automáticamente. Siento como si Darth Vader me estuviera haciendo una llave en el cuello”, explicó Johanna al canal de noticias Fox 9.
Debido a su enfermedad, la estadounidense solo tolera 15 alimentos, come una sola vez al día y siempre el mimo menú. Su día se resume en contestar emails, hablar por celular, rezar o leer la Biblia.
Johanna lleva dos años sometiéndose a una terapia combinada de medicamentos que no han tenido mucho éxito. “No se conoce ninguna cura para esta enfermedad y su tratamiento es un rompecabezas complicado”, explicó su esposo.