Julie Bradford, de 45 años, dio a luz a su nieto con los óvulos congelados de su hija, quien se quedó estéril a los 18 años después de un tratamiento contra el cáncer de cuello de útero.
Tres años después, la abuela británica ofreció su vientre para la gestación de su nieto. Antes de que Jessica Jenkins iniciará su tratamiento contra el cáncer, congeló sus óvulos en el Hospital Universitario de Cardiff, Gales.
Jenkins y su marido, Rees Jenkins, decidieron tener un hijo mediante fecundación in vitro, a principios de este año. El sueño de Jessica se hizo realidad gracias a su mamá, quien trajo al mundo a un bebé casi tres kilogramos.
“Mi madre es la más valiente y maravillosa del mundo. La quiero mucho por dar la vida a mi hijo”, declaró a la BBC Jenkins.