Oslo planea prohibir la circulación de coches por el centro de la ciudad en los próximos cuatro años. Esta medida figura en el plan presentado el pasado lunes por el Partido Laborista y sus aliados, la izquierda socialista y los verdes, vencedores de las elecciones municipales en la capital noruega. El objetivo es reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero con relación a 1990, a partir del año 2020.
Otras capitales europeas han tomado medidas similares. Mientras París prohibe la circulación de vehículos matriculados antes de 1996 cuando la ciudad sobrepasa los límites de contaminación, Madrid tiene tasas de congestión para reducir el tráfico: los vehículos que no pagan el IBI en Madrid tienen que pagar 11 euros los dias laborables para entrar en la ciudad.