En un pueblo de Tartaristán, Rusia, se reportó a un pequeño como desaparecido, por lo que un equipo de más de 120 voluntarios comenzó la búsqueda del menor.
Durante la búsqueda una de las voluntarias cayó en una alcantarilla abierta de tres metros de profundidad y en su caída encontró al pequeño.
El niño de 10 años se encontraba dormido sobre un trineo de plástico y casi congelado.
El menor fue trasladado a un hospital de urgencia, con signos de hipotermia, mientras la voluntaria fue atendida por fractura de vértebras lumbares.