La Comilona es una plataforma para el desarrollo y difusión de proyectos emergentes de gastronomía.
Siete jóvenes emprendedores se coronan con este fabuloso proyecto que a través de diferentes disciplinas buscan aportar una visión integral a los eventos y contenido que realizan para fortalecer la escena gastronómica en México. En otras palabras, el punto es reunir proyectos “chiquitos” con ofertas gastronómicas buenas. El éxito de Comilona es que de empezando así muchos de los participantes se han establecido de forma fija y les ha ido súper.
Ocurre dos veces al año en lugares interesantes de la Ciudad de México. La vez pasada cerraron una calle en Polanco, antes fue en una terraza gigante en el centro y otra en una casa abandonada en la colonia Juárez. Con el fin de generar nuevas experiencias alrededor de la comida, en cada mercado, esta propuesta nos consiente todos los sentidos.
El pasado domingo 9 de agosto asistí a la ultima edición de Comilona, esta vez toco en una casona en el centro de la ciudad; entre una cata de cerveza artesanal, una barra de cocteles y bebidas, músicos, comensales desinhibidos de looks atípicos y originales, carritos de postres, empanadas argentinas, vinos mexicanos, hamburguesas y hasta una cata de mezcal para lo mas aplicados.
Me sorprendí en verdad y con mucha alegría de ver gente con este tipo de propuestas en las que, sin duda alguna, todos los asistentes salimos ganando. Los organizadores de este evento semestral cuidan minuciosamente cada detalle de esta experiencia: todo está perfectamente situado, no sientes en ningún momento haberte equivocado de lugar, con lo cual te quedas con las ganas de saber qué pasara y dónde será la próxima Comilona.
Estaré pendiente de todos los avances de la siguiente edición y les contaré con tiempo para que no se la pierdan. De cualquier modo, dejo aquí la liga de información por si desean consultar más acerca de Comilona 2016.