Jimmy Clarke no dudó un segundo en correr al mar cuando vio a su hijo y a dos de sus amigos teniendo problemas en el agua.
El padre y su esposa estaban disfrutando de un día en su casa de verano en Long Beach Island, cuando de repente notó que uno de los amigos de su hijo había tragado agua de mar y los otros dos chicos estaban batallando para llevarlo a la orilla, pues las aguas estaban poniéndose peligrosas.
En ese instante, Jimmy se apresuró para llegar a ellos y logró sacarlos, pero en cuanto estaban todos de vuelta en tierra, el hombre de 55 años se tiró a la arena. Su esposa pensó que estaba intentando recuperar la respiración.
Lo que realmente estaba sucediendo es que estaba sufriendo de un paro cardiaco y, aunque su hijo intentó hacerle una resucitación cardiopulmonar, murió a los pocos segundos.
Aún se está esperando la autopsia, pero todo indica que falleció por causas naturales. Sin embargo, Jimmy no se fue sin antes haber salvado tres vidas.
Con información de The Washington Post.