Después de realizar pruebas de anti-doping, las autoridades descubrieron que doce galgos tenían cocaína en sus sistemas.
El entrenador de estos perros Charles McClellan fue acusado por drogar a sus animales para que tuvieran ventaja en las carreras.
Las autoridades le suspendieron la licencia de entrenador, pero los grupos protectores de animales exigen que alguien se haga responsable de este maltrato animal.
Este caso ocurrió en Bestbet Orange Park, en el noreste de Florida. En este estado hay 12 de los 19 galgódromos que aún quedan en Estados Unidos. En este país, ya se ha prohibido este deporte en 40 estados.
Esta no es la primera vez que encuentran a uno de los perros con cocaína en su cuerpo.